Toda conducta ineficiente o adicción tiende hacia dos cosas:
1
Aumentar a lo largo del tiempo en el que se repite la conducta.
2
Fluctuar hacia otras conductas o elementos adictivos, o a adquirir nuevas conductas o elementos adictivos.
Las adicciones, ya sean leves o de gravedad, son sendas que pueden desviarnos de nuestro bienestar emocional y físico. Las adicciones leves pueden comenzar como hábitos simples, aparentemente inofensivos, pero que con el tiempo pueden convertirse en patrones problemáticos. Por otro lado, las adicciones de gravedad pueden ejercer un impacto más profundo en la vida diaria, afectando las relaciones, la salud mental y la capacidad de llevar una existencia plena.
Aumentar a lo largo del tiempo en el que se repite la conducta.
Fluctuar hacia otras conductas o elementos adictivos, o a adquirir nuevas conductas o elementos adictivos.
En ambos casos, se logra con facilidad hacer pequeños parones que, sin darnos cuenta, solemos sustituir por otras adicciones, para así llenar el vacío de las anteriores. Como quien pasa de usar una red social como Tiktok a usar Instagram, o quien pasa de fumar cannabis a fumar tabaco. Y también aquellos que tienen un apego codependiente a una pareja y, tras dejar la relación, unos pocos meses o incluso semanas después, pasan a otra relación codependiente. Ir fluctuando o haciendo parones da una falsa sensación de control.
Por eso es importante tratar todas las conductas ineficientes o adictivas, desde las más leves hasta las más graves, ya que minimizar estos problemas nos condiciona la vida, pues nos encierra en la zona de confort, que puede volverse nuestra prisión, ya que en ella no podremos alcanzar la plenitud, nuestras metas ni objetivos.
Los smartphones, las redes sociales, las plataformas de visualización de vídeos son nuevos problemas de actualidad cada vez más difíciles de controlar, ya que están estudiados y desarrollados específicamente para acaparar el mayor espacio de nuestro tiempo. Estos nuevos problemas nos convierten en esclavos consumidores de forma muy sutil ya que son problemas banalizados. Las adicciones a las tecnologías aparentemente pueden no parecernos graves, pero pueden condicionar muchísimo nuestro futuro mermando nuestro potencial.
Tratamos todo tipo de apegos y dependencias emocionales.
Ejemplos:
El tratamiento AUTRA aborda todo tipo de abuso de sustancias adictivas.
La industria de los videojuegos ha evolucionado creando títulos cada vez más estimulantes y adictivos. Muchos están diseñados para fomentar la competitividad y el logro continuo a través de recompensas diarias o incluso por horas de juego. Estas estrategias incluyen bonificaciones por iniciar sesión regularmente, logros por objetivos cumplidos y mejoras por coleccionar ítems virtuales. De esta manera, los jugadores se sienten impulsados a invertir cada vez más tiempo, con la expectativa de mantenerse competitivos o desbloquear nuevos niveles y recompensas. Además, estas dinámicas están diseñadas para generar estímulos frecuentes, motivando también el gasto económico en mejoras o contenidos adicionales dentro del juego.
Vivimos en una era marcada por la hipersexualización, lo que hace que los problemas relacionados con la sexualidad sean cada vez más comunes.
Los smartphones, las redes sociales, las plataformas de visualización de vídeos son nuevos problemas de actualidad cada vez más difíciles de controlar, ya que están estudiados y desarrollados específicamente para acaparar el mayor espacio de nuestro tiempo. Estos nuevos problemas nos convierten en esclavos consumidores de forma muy sutil ya que son problemas banalizados. Las adicciones a las tecnologías aparentemente pueden no parecernos graves, pero pueden condicionar muchísimo nuestro futuro mermando nuestro potencial.
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